PADRE HIPOLITO SÁNCHEZ - EX PÁRROCO DE QUILMANA

El Canario de los Andes

Natural de España. Era un sacerdote bajito y alegre. Tenía unas gafas bien transparentes, siempre limpias y tiene una frente amplia y una cabeza grande, por lo cual los niños del seminario menor le llamábamos “el padre Foquito” (de foco). 


Ha trabajado con sacrificio y alegría en varias parroquias de nuestra prelatura.

Venía de su parroquia de Quilmaná, todos los sábados con su Volkswagen blanco, el famoso carro “sapito”. Durante la Santa Misa nos confesaba. Siempre vestía su sotana negra. Nos predicaba la meditación, lo hacía muy alegremente, contando muchas anécdotas. 

En 1984, nos enseñó varias canciones, una de ella era “Juan Pablo II”, ya que al año siguiente iba a visitarnos el Papa. Tenía una v

oz melodiosa y hacía fácil el seguirle en las canciones. Primero nos hacía repetir la letra de la canción y luego la cantábamos tres veces y bastaba por esa semana. A la semana siguiente una repasada más y listo.Daba clases de música en el Seminario Mayor. Algunos seminaristas no tenían buena voz, pero cantaban y el P. Hipólito se sorprendía de la calidad de los bemoles que sacaban. 

Decía: “a mí me cuesta sacar los bemoles, pero a ustedes les sale con gran facilidad”. Era optimista y caritativo con sus alumnos que carecían de buena voz.

Asimismo, era muy apostólico. Llevó a varios jóvenes a estudiar al Seminario Menor. 

Uno de ellos es ahora el Vicario Episcopal de Curia, el P. Alejandro Justino Zelada Villalobos, otro es el párroco de la Catedral de San Vicente Mártir, el P. Félix Humberto Cuzcano Quintín. 

Muchas veces le hemos visto rezar su breviario y el rosario en el jardín que tiene forma de corazón y que está en la fachada del Seminario Menor. Retornó a España, a seguir sirviendo al Señor en su tierra. Desde allí nos encomienda en sus oraciones. Dios sabrá pagarle con creces su entrega abnegada.

P. Leoncio Códova V.