Posted by Redaccion on miércoles, mayo 18, 2011
Fue a mediados del siglo XVIII, en lo alto del cerro agreste y escarpado de la provincia de Yauyos. Según una antigua tradición nos cuenta que allí se apareció del Señor a Martín Barrios, un humilde labriego que cuidaba sus vacas.
La imagen fue llevada a Putinza y colocada solemnemente en la Iglesia; pero en la noche la imagen regresó misteriosamente al lugar donde se había aparecido.
Y en Cachuy se construyó la primera capilla en honor al Señor de la Ascensión.
Desde entonces, por estas fechas Cachuy se viste de fiesta todos los años para recibir a miles de peregrinos que van llegando de todas partes.
Costa, sierra y selva se confunden en un abrazo de fervor y devoción a los pies del Señor.
La subida es dura y penosa, el caminar lento y fatigoso. Pero en todos hay una ilusión: Llegar al Santuario, ver al Señor.
Esto nos recuerda a todos:
Jesús ha subido al cielo, y nosotros también iremos algún día al cielo con El, si hacemos su voluntad.
Que esta peregrinación te sirva para reflexionar, para hacer de ti una persona mejor, más fiel y entregado a Dios, siendo un católico coherente.
Cuando te cueste cumplir tus deberes, hacer el bien y vencer las tentaciones, acuérdate del cielo, de tu Padre Dios que te espera.
Esto no es una excursión
Es una peregrinación, es sacrificio y penitencia,
Es arrepentimiento de los pecados.
Es conversión a Dios.
Es confesión y comunión.
Es fe, devoción y fervor
Es vida cristiana.
Lo más importante de esta peregrinación es: participar en la SANTA MISA, hacer una buena CONFESION y recibir la EUCARISTIA.
El verdadero SEÑOR, está en el cielo en la tierra y en todo lugar; en cachuy solo está su imagen que requiere veneración y respeto.
Que el Señor le bendiga y allá nos vemos
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