10.12.10

EL RIESGO DEL ACTIVISMO EN LA VIDA DE LOS SACERDOTES I:

Por: Padre Emílio Carlos Mancini
El riesgo del activismo en la vida de los Sacerdotes I
La vida religiosa, normalmente marcada por el silencio y oración, también está sujeta a los riesgos del activismo. Al darse en las actividades pastorales, el padre es tentado a dejar la propia espiritualidad en segundo plano - lo que sería un grave prejuicio. 

El sacerdote, también tiene la necesidad de la formación permanente. "Muchas veces, la formación que el seminarista recibe es incipiente, y necesita de una profundidad todavía mayor".

La CNBB reunida en su última asamblea discutió mucho sobre la formación de los presbíteros y no podemos abandonarnos de la formación permanente.

Uno de los caminos que nos ayuda y deberá ser camino de formación e conversión constante é a oración no método Lectio Divina, que debe llevarnos a una fuerte acción diaria de rever nuestra vida delante del Evangelio y de nuestra vocación y misión.

El tema central de la 47ª Asamblea General de los Obispos de Brasil, que se dio en Itaici, colonia de Indaiatuba (SP): "Formación Presbiteral: desafíos y directrices". ¡Nos desafía a que exista una formación continua de los padres, después de la ordenación! La responsabilidad por la formación del presbítero se refiere al propio obispo diocesano. Sin duda alguna, el padre necesita interesarse por su propia formación y por su actualización teológica, para responder a los desafíos pastorales. Los obispos buscan, en sus diócesis, promover retiros, encuentros de profundización teológicos, aún estudios sobre temas de actualidad, iluminados por la Sagrada Escritura y por la reflexión teológica. Aquí, en Brasil, existe esa preocupación. Los obispos están atentos a la necesidad formativa de los presbíteros.

Existe una especie de tentación del activismo y, por ello, el padre se da en la actividad pastoral dejando, muchas veces, para segundo plano su necesidad espiritual. El padre es un hombre de Dios. El también trae consigo la vocación a la santidad e, por tanto, debe estar atento a su espiritualidad.

El padre es, por gracia de Dios, por la propia ordenación sacerdotal, llamado a ser un otro Cristo, que es y siempre será el modelo para el ejercicio del ministerio sacerdotal. Cristo nos revela la necesidad del padre rezar, cultivar el diálogo de amor con Dios. El padre no puede simplemente celebrar los misterios de la salvación, a través de la liturgia de la Santa Misa, de los Sacramentos. El no puede celebrar simplemente como alguien que está dando al pueblo alguna cosa, pero debe, ante todo, percibir que en cada Sacramento, el padre e llamado también a darse, con Cristo, a dar al pueblo un testimonio de quien realmente acogió un chamado a la santidad, a ser un otro Cristo.

Es importante que recordemos a nosotros constantemente que retirados del pueblo somos para el pueblo, haciendo que no podamos ser meramente ejecutivos de la religión, de la teología, da filosofía, o aún de la distribución de los sacramentos.

Que tristeza me causa ver sacerdotes que se vuelven ejecutivos y profesionales de la religión y de la pastoral. Padre Emílio Carlos Mancini Fundador y Moderador General Comunidad Alpha e Ômega. PS: adquiera mi Libro Amar es hacer uno, realizar, realizándose. Temas relevantes sobre Vocaciones y Realización en la Vida Vocacional. Editora Con Dios Librería Católica Alpha e Ômega: (016) 3382.6881- Matão

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