Arzobispado de Lima.- “El saber
que somos amados por Jesús genera en nosotros un cambio que derrite rencores y
dificultades, surge una vitalidad y un gozo. Los hombres necesitamos esa certeza
de ser alguien a quien Jesús quiere, pero Él también espera de ti esa palabra,
ese gesto y ese cambio interior”, reflexionó el Cardenal Juan Luis Cipriani en
el programa Diálogo de Fe del sábado 24 de diciembre, vísperas de
Navidad.
El Arzobispo de
Lima explicó que más importante que analizar el nacimiento de Jesús en la
historia, es conocer realmente cuándo nació Jesús en nuestra alma.
“Jesús nace hoy y
ahora en tu corazón si es que quieres. Y si es que quieres Jesús trae una
dimensión, una actitud, una manera de ser que nos cuestiona. El Dios que se hace
hombre sigue preguntándole a la humanidad ¿Qué te pasa? Si ya vine a la Tierra y
estoy con ustedes ¿por qué hay tristeza, pesimismo, violencia, injusticia, por
qué tanta falta de amor?”, afirmó.
Mencionó que el
mundo de hoy quiere distraernos con una cantidad de historias e información que
solo nos alejan del verdadero misterio de ese Niño que toca a tu puerta para
compartir si cariño, su humanidad, su bondad y su alegría.
“La gente quiere
convertir en fe una serie de hechos que no conducen a la fe. Entonces uno tiene
fe si tiene trabajo, si está sano, si tiene regalos. No. La fe es creer que Dios
se hizo hombre, creer que Jesús viene esta noche a tu hogar y a tu corazón,
creer que en tu vida ese Niño te pide una condición para entrar en tu corazón:
hacerse como un niño”, señaló.
“Uno pensará que
estos pensamientos e ideas parecen fuera del contexto en que uno vive de
política, economía y problemas. Al revés, la razón de esta oscuridad, de esta
violencia, de este consumismo; la causa de todo eso es que hemos dejado de lado
a ese Niño”, prosiguió.
Manifestó también
que, a pesar de la nube que cubre a la humanidad, va habiendo un renacer de la
fe en la familia y en la sociedad, incluso en los avisos comerciales y en las
calles llenas de comercio está siempre presente Jesús.
“En medio de esa
turbulencia empieza a haber una luz. En el ambiente político, empresarial, de
las grandes reuniones internacionales, se pone a prueba un gran desafío: Te
atreves a hablar de Dios, te atreves a decir que Jesús viene a la Tierra. Hay
que tener el coraje para decir que ese Niño es Dios, ese Niño es la razón de mi
vida, ese Niño es la razón de que estemos vivos y que se haya abierto una
esperanza a la eternidad”, aseveró.
El Cardenal
Cipriani exhortó a darle todo nuestro amor a ese Niño que nace en nuestro
corazón, mirar cara a cara a ese Niño que nos da una lección de paz y que nos
enseña que el amor viene en la pobreza, en dejar de lado rencillas y venganzas,
en perdonar con el corazón y albergar sentimientos positivos.
“Jesús Niño,
pequeño, silencioso y pobre es una gran llamada de atención a nuestras
conciencias. Quién eres tú para no querer a tus hermanos, quién eres tú para no
pedir perdón por tus pecados, quién eres tú para someter a los demás, en nombre
de quién crees que el mundo es de unos pocos, en nombre de quién piensas tú que
la violencia es el camino para recuperar la paz”, expresó.
En otro momento,
recordó que en todo el país, incluso en esos lugares lejanos siempre hay una
pequeña tradición de ese abrazo, esa estrella que no falta en ningún nacimiento,
ese saludo de Feliz Navidad, esas llamadas de tantos rincones, tradiciones que
son convocadas por el mismo Jesús.
“En todos los
rincones, a todos los niños, ancianos, enfermos, a los que pasarán privados de
su libertad, todos tienen alma y corazón. Y Jesús sigue apostando por todos y
también quiere tocar esas puertas”, mencionó.
“Así vemos en
hospitales, en asilos, en guarderías, en cerros, en casas grandes, en todo lugar
donde queda esa niñez, esa sencillez de espíritu, ahí llegan los ojos de María y
de José, ahí están los pastores; ahí llega la alegría, la paz y la serenidad de
la Navidad”, continuó.
Finalmente, envió
un saludo de Navidad a todos los peruanos. “Que la bendición de ese Niño llegue
a todos los hogares peruanos. Una muy Feliz Navidad. Que en todos esos hogares
haya felicidad, paz y unidad familiar”.
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