Por cada tres plazas en algunos seminarios de Ucrania, hay tres aspirantes, aseguró el obispo auxiliar Jaroslav Pryryz, de la Eparquía Grecocatólica de Sambir-Drohobych. El obispo hizo esta declaración a la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) en su sede de Konigstein, Alemania.
Hay tres candidatos por cada plaza en algunos seminarios de Ucrania, dijo monseñor Pryryz, agradeciendo a AIN su actual compromiso en la preparación de los futuros sacerdotes del país de Europa oriental.
El obispo grecocatólico declaró que la mitad de los aspirantes a estudiar en un seminario en algunos lugares de Ucrania occidental tienen que darse la vuelta por falta de espacio.
En algunas áreas, dos de cada tres personas que querrían ser seminaristas no lo logran cuando presentan su solicitud de inscripción.
El obispo de Ucrania señaló que los candidatos a entrar en el seminario tienen que realizar cuatro exámenes que forman parte del proceso de selección.
“Agradecemos mucho que haya gente como ustedes que comprenden el importante papel que una vocación sacerdotal puede desempeñar en el mundo de hoy”, dijo el prelado a AIN. “Y de que ustedes pongan este punto de vista en práctica, ofreciendo apoyo material a la formación de nuestras vocaciones”, añadió.
En un país en el que un tercio de la población vive bajo el umbral de la pobreza, AIN apoya a 86 seminaristas diocesanos, y sigue ayudando después de la ordenación sacerdotal proporcionando estipendios de mi sas a 287 sacerdotes.
En un mensaje a los benefactores de la organización humanitaria católica, el obispo afirma: “Les envío mi más sincero saludo desde Ucrania y les expreso nuestro más cordial agradecimiento por su respuesta a los llamamientos de Ayuda a la Iglesia Necesitada para que ayudaran a nuestra Iglesia a afrontar las múltiples necesidades que han surgido tras un periodo de persecución prolongada”.
“Junto a ustedes, estamos construyendo el Templo de almas humanas, cuya grandeza depende únicamente de la sinceridad de los esfuerzos que cada uno de nosotros haga según su personal capacidad”, añade.
Según el obispo Pryryz, los jóvenes se encaminan al sacerdocio porque buscan un desafío. Afirmó: “Les inspira ver a buenos sacerdotes, y que la Iglesia vive el evangelio social”.
“Muchos jóvenes ven los asp ectos positivos y negativos. El positivo de cómo la Iglesia sirve a la gente, y el negativo de lo dura que es la vida en las calles y las aldeas”, explica.
Citó al sacerdote diocesano beato Omelian Korch, que ayudó a judíos durante la ocupación nazi, como “un gran ejemplo para los jóvenes”.
Korch fue asesinado en el campo de concentración de Majdanek, en las afueras de Lublin, Polonia, en 1944.
El obispo Pryryz comentó: “Su familia trató de sacarle de la cárcel pero les escribió diciéndoles que no se preocuparan. Permaneció junto a los judíos y murió con ellos”. “La Iglesia católica da un gran ejemplo de servicio y sufrimiento, tenemos que dar a la gente un grandísimo ejemplo”, añadió.
El desafío que afrontaron los ucranianos bajo el fascismo y el régimen soviético afectó mucho al país desde los inicios de la segunda guerra mundial.
Reflexionando sobre las dificultades de la restauración de la Iglesia tras la caída del comunismo, monseñor Pryryz dijo: “Ustedes han permitido a nuestra Iglesia recuperar una presencia normal en la vida pública de nuestro país”.
En un ulterior agradecimiento a los benefactores, a los que prometió recordar en sus oraciones, dijo: “Ustedes han respondido a las necesidades de nuestra Iglesia y del pueblo fiel de Dios, y nosotros, a cambio, les prometemos hacer todo lo que podamos para promover la esperanza que tenemos en común”.
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