29.12.12

¿Se puede bautizar a los niños?



El bautismo es el sacramento que nos limpia de todo pecado, haciéndonos cristianos, hijos de Dios y miembros de la Iglesia (hechos 2,38; 1 Corintios 12,12-13; Romanos 6,3-5).
En la actualidad, es común escuchar dos ideas erróneas respecto albautismo:
  1. Que no se debe bautizar a los niños
  2. Que la única forma válida de bautizarse es por inmersión (en un río, piscina, etc..).
La primera idea se refiere a ¿quién se puede bautizar?, la segunda ¿cómo se puede bautizar? Espero que al terminar de leer este artículo, tengas bien clara la respuesta a ambas interrogantes.

¿Quién se puede bautizar?

Algunos grupos protestantes argumentan que para bautizarse es necesaria la fe personal. Como los niños son incapaces de hacer tal acto de fe, no pueden ser bautizados. Así interpretan el texto siguiente:
“El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará” (Marcos 16, 16).

¿Qué entendemos los Católicos?

Para los católicos, también la fe es un requisito para poder recibir el bautismo. Así, el texto anterior marca la regla para los adultos; creer primero (tener fe personal), y después bautizarse.
En el caso de los niños, la fe necesaria para bautizarlos es prestada por sus padres. La pregunta clave es entonces, ¿puede un padre prestar su fe al niño? ¿Es esta idea, bíblica?
La forma de proceder de Jesús nos responde esta importante pregunta. Cuando Jairo le pidió a Jesús que resucitara a su hija (Marcos 5,22-23; 35-43) y otro padre le pidió a Jesús sacar un demonio a su hijo (Marcos 9,17-27), Jesús actuó con poder por causa de la fe de los padres, no por la fe de sus niños.
De igual forma, por la fe de los padres Jesús confiere las gracias sacramentales del bautismo a sus hijos.

Respuesta a otro argumento común

El otro argumento que escuchamos a menudo es el siguiente: ¿Porqué bautizar a los niños, si ellos aún no tienen pecados?
Esta es una idea errónea. Los niños desde que empiezan a existir, tienen un pecado: el pecado original, heredado de nuestros primeros padres Adán y Eva.
Mira que nací culpable pecador me concibió mi madre (Salmo 50,7)
Ciertamente este no es un pecado que hallamos cometido conscientemente, pero no por esto dejamos de padecer sus consecuencias. Ejemplo: cuando una madre embarazada usa drogas y su hijo nace deforme, el niño no es culpable de haber ingerido drogas… pero no por esto deja de sufrir las consecuencias de la conducta de su madre.

Indicios bíblicos del bautismo de infantes

Ya hemos visto que para los católicos, la fe también es un requisito para recibir el bautismo. Cuando se trata de un adulto, se le exige una fe personal; cuando se bautiza un infante la fe es prestada por sus padres ( o persona responsable según sea el caso). Examinemos ahora qué dice la biblia respecto al bautismo de niños.
En primer lugar en ninguna parte de la biblia prohíbe el bautismo de niños; en segundo lugar, aunque el nuevo testamento no habla directamente del bautismo de niños, sí contiene indícios de que los niños eran bautizados.
1. El día de pentecostés, después del discurso de Pedro la gente preguntó: “¿Qué hemos de hacer?, él les dijo que debían bautizarse y les explicó “Pues la promesa es para ustedes y para sus hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos llame el Señor Dios nuestro” (Hechos 2,39).
2. Familia entera. El nuevo testamento habla de familias enteras que fueron bautizadas, y en el lenguaje griego ( en que se escribió en nuevo testamento) el término “familia” normalmente incluye niños. Ejemplos: Hechos 16,15 (la familia de Lidia); Hechos 16,33 (la familia del carcelero); 1 Corintios 1,16 (la familia de Estéfanas).
3. El bautismo, nueva circuncisión. Pablo dice que el bautismo reemplaza la circuncisión (Colocences 2,11-12). Ahora la circuncisión se practicaba normalmente a los 8 días de nacido (Levítico 12,13). Si Pablo, al hacer este paralelo, quisiera excluir a los niños del bautismo, es extraño que no lo mencionara.
4. La voluntad de Jesús. Para finalizar, Jesús dijo que nadie puede entrar en el Reino de los Cielos a menos que nazca de nuevo del agua y del Espíritu Santo (Juan 3,5). Sus palabras pueden aplicarse a cualquiera capaz de tener derecho a su Reino. Y él aseguró que incluso los niños tienen ese derecho: “Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque de los que son como estos es el Reino de los Cielos” (Mateo 19,14).
La presente actitud católica – de bautizar a los niños – concuerda perfectamente con la primitiva práctica cristiana. Veamos:
Orígenes (185-253 d.C.) por ejemplo escribió que la “Iglesia recibió de los apóstoles la tradición de bautizar también a los infantes”.
San Cipriano (205-258 d.C.) escribió que “del bautismo y de la gracia…. no debe ser privado el infante”.
El concilio de Cartago, en el año 253, condenó la opinión de que los niños deberían ser privados del bautismo hasta el octavo día después de nacer.
San Agustín (354-430 d.C.) dijo del bautismo de niños: “Esto es lo que la Iglesia siempre tuvo, siempre mantuvo; esto es lo que ella recibió de la fe de nuestros ancestros; esto es lo que ella perseverantemente guarda aún hasta el fin”.

¿Cómo se puede bautizar?

Muchos protestantes dicen que el bautismo sólo es válido por inmersión, ya que Jesús así se bautizó en el río Jordán (Mateo 3,13).
Este argumento no es válido, ya que el bautismo de Juan era solo un símbolo externo de conversión, no el bautismo cristiano que sería instituido después por Jesús (Mateo 28, 18-20). De hecho ¡Pablo bautizó de nuevo a personas que ya habían sido bautizadas por Juan! (Hechos 19,25).
Además, si interpretáramos este versículo al pie de la letra, entonces solo serían válidos los bautizos que se hagan en el río Jordán… y por el mismo Juan Bautista.
Como simple refutación tenemos el hecho de que Pablo fue bautizado en la casa de Ananías. Esto indica que no se bautizó por inmersión, y que en esa época las casa no tenían tinas de baño ni piscinas:
“Fue Ananías, entró en la casa le impuso las manos…. al instante cayeron de sus ojos unas como escamas, y recobró la vista; se levantó y fue bautizado. Tomó aliento y recobró las fuerzas” (Hechos 9,17-19).
En la misma linea, tenemos los bautizos realizados dentro de una cárcel en Hechos 16,25-34.
“En aquella misma hora de la noche el carcelero los tomó consigo…. inmediatamente recibió el bautismo él y todos los suyos” (Hechos 16,33).

El sentido común

El mismo sentido común nos dice muy claramente que, siendo el bautismo de absoluta necesidad para recibir la salvación eterna, el Divino salvador habrá querido ofrecer la mayor facilidad para recibir este sacramento.
Pero si solo fuera válido el bautismo por inmersión, muchos hombres, como los prisioneros, los enfermos e inválidos, los esquimales en las regiones heladas del norte, o los beduinos en los abrasadores desiertos de Siria y de Africa en donde tanto escasea el agua, se verían privados de recibir el bautismo y excluidos del reino de los cielos.

Los primeros cristianos

La Didajé (70 d.C), catesismo escrito en vida de los apóstoles, manda que se bautice por infusión (derramando agua en la cabeza), cuando no hay agua suficiente para la inmersión.
Así los católicos no nos hacemos problemas y aceptamos todas las formas de bautismo, siempre y cuando haya agua, y se utilice la formula trinitaria: “N.N., yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.

Conclusiones

1. Sí se debe bautizar a los niños y esto es totalmente conforme a la Biblia.
2. El bautismo es válido tanto por infusión (derramando agua en la cabeza) como por inmersión; siempre y cuando se utilice la formula trinitaria.
Victor Hugo Redrován
http://victorhugoredrovan.com
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