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LIMA, (ACI/EWTN Noticias)
El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, instó al Presidente Ollanta Humala honrar su palabra de respetar la vida del ser humano desde la concepción y no permitir que se establezca un protocolo de aborto terapéutico, tal como propuso la ministra de la Mujer, Aída García Naranjo.
"Espero que la ministra de la Mujer, con toda franqueza, defienda la vida", expresó el Cardenal durante el programa radial Diálogo de Fe del sábado 10 de septiembre.
El Cardenal recordó que "el presidente Humala, cuando tuvimos la reunión previa a la primera vuelta electoral, se comprometió a defender la vida desde el momento de la concepción. Yo no estoy en polémicas con nadie, pero al saber que antes de tener un poder político se compromete a defender la vida, es importante honrar la palabra".
El Arzobispo de Lima se refirió al encuentro privado que ambos sostuvieron el 21 de marzo. Luego de la reunión, Humala dijo a la prensa que "la defensa de la vida es lo primero" y que la familia se funda en el matrimonio entre un hombre y una mujer.
Con respecto a la propuesta de García Naranjo, el Cardenal advirtió que existen agendas extranjeras que quieren engañar a la población para permitir el aborto terapéutico en el Perú.
El Arzobispo dijo que "hoy la medicina consigue operar dentro del vientre de la madre a esos fetos cuando tienen dificultades". También rechazó el aborto por violación pues estos crímenes no justifican "que haya un delito mucho peor que es el asesinato de la criatura".
En ese sentido, pidió instalar "un sistema para que en aquellos casos en donde la madre no puede atender a la criatura sea recibida por una institución. Pero no vayamos por ese facilismo de las organizaciones como Manuela Ramos o Flora Tristán que obedecen a una inversión económica para impulsar el aborto en los países del mundo".
"Cuida la vida de todo niño desde su concepción, defiende la verdad, porque están engañando al pueblo diciendo que hay que matar a esa criatura porque es fruto de un embarazo no deseado o de una deformación, yo digo ¡No al asesinato!", expresó.
"San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén."
"La vocación del cristiano es la santidad, en todo momento de la vida. En la primavera de la juventud, en la plenitud del verano de la edad madura, y después también en el otoño y en el invierno de la vejez, y por último, en la hora de la muerte." (Juan Pablo II
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